Ver un coche de más de dos millones de euros convertido en carbón para barbacoas no es habitual, pero eso es justo lo que ha pasado con uno de los 275 Mercedes-AMG ONE fabricados, que ha ardido en Alemania hasta quedar reducido a un amasijo de carbonilla, ceniza y fibra calcinada. El suceso que fue grabado en vídeo y difundido en redes sociales, ha disparado las alarmas entre propietarios y curiosos, porque todavía no hay explicación oficial del incendio.
El modelo en cuestión es uno de los coches más tecnológicamente ambiciosos jamás homologados para circular por carretera. Su motor deriva directamente de la Fórmula 1, con un 1.6 V6 turbo híbrido, acompañado por varios motores eléctricos. La promesa estaba clara: llevar la experiencia de un monoplaza de competición al asfalto de cualquier ciudad. Pero el resultado, en este caso, ha sido más propio de un contenedor ardiendo en un barrio de currantes.
Mercedes-AMG no ha emitido ningún comunicado técnico sobre lo ocurrido por ahora. Sí se sabe que el fuego se originó en la parte trasera del coche, probablemente en la zona del motor, y que el habitáculo terminó completamente envuelto en llamas. Los bomberos acudieron rápidamente, pero cuando llegaron, el ONE ya era más bien CERO.
Una cuenta de redes sociales llamada Chrimbu fue la primera en publicar el vídeo. Entre las bromas y comentarios más o menos sarcásticos, soltaron una frase que algunos han tomado como pista: “AMG ONE, un coche caliente… sería aún mejor sin batería de iones de litio”. Puede que sea sarcasmo, puede que sepa algo… o puede que sea el típico comentario cuñado de Internet que salta a chillar “Era eléctrico” cuando una Xsara Picasso más vieja que la tos arde en Bilbao.
¿Y si no fue la batería?
Es importante señalar que, de momento, no hay ningún indicio oficial que relacione el incendio con el sistema híbrido del coche. Ni con la batería, ni con los motores eléctricos, ni con el software que los controla. También es cierto que este tipo de incidentes no pueden tomarse a la ligera, sobre todo cuando el vehículo en cuestión tiene un nivel de complejidad técnica muy por encima del común de los mortales y cuesta lo que se le supone.
El AMG ONE es un coche que ha dado quebraderos de cabeza desde que se anunció. De hecho, el proyecto se retrasó varios años precisamente por las dificultades de adaptar un motor de Fórmula 1 a los estándares de emisiones, fiabilidad y uso cotidiano. Un V6 híbrido que gira a 11.000 rpm y necesita calentarse antes de arrancar no es precisamente lo que uno espera de un coche de calle.
Las comparaciones con otros casos recientes no se han hecho esperar. Muchos recuerdan lo ocurrido con el Lamborghini Revuelto en Nueva York, que también terminó envuelto en llamas. En aquel caso, la causa estaba clara: una intervención chapucera en el circuito de aceite. Aún así, el fabricante italiano terminó emitiendo un comunicado y llamando a revisión a otras unidades para evitar que la historia se repitiera por si acaso.
En este caso, Mercedes tiene por delante una investigación complicada, sobre todo porque el coche ha quedado prácticamente irreconocible. Solo se conserva la silueta calcinada y algún resto del chasis. Eso complica el trabajo de los peritos, pero está claro que la marca se va a tomar el asunto muy en serio. No porque quiera salvar esta unidad, sino porque hay otros 274 propietarios que están mirando muy de cerca lo que ocurre.
@chrimbuAMG ONE ein heisser Sportwagen 🤣, wäre besser ohne Lithium Ion Akku🤔🤷♂️♬ The Sound of Silence (CYRIL Remix) – Disturbed
Coche de Fórmula 1, problemas de Fórmula 1
El Mercedes-AMG ONE fue un experimento osado desde el principio. Utilizar un motor de F1 con tecnología híbrida de alto voltaje implica trabajar con temperaturas extremas, sistemas eléctricos delicados y un mantenimiento que poco tiene que ver con el de un coche normal. En el circuito, todo eso es gestionable. En carretera abierta, con semáforos, tráfico y uso ocasional, la historia cambia.
No sería extraño que estuviéramos ante un fallo térmico o una fuga de fluidos. En coches con tanta densidad tecnológica, cualquier junta mal montada, cualquier manguera mal fijada o cualquier actualización mal gestionada puede acabar mal. Si el fuego se originó en el vano trasero, podría ser desde una simple fuga de aceite hasta un fallo en los sistemas eléctricos de alta tensión… o incluso ambas a la vez.
También cabe la posibilidad de que no sea culpa del coche. Podría haber algún factor externo, como una intervención no autorizada, una manipulación del sistema o incluso un accidente previo no reportado. Hasta que Mercedes no se pronuncie, todo son conjeturas.
Lo único claro por ahora es que la unidad siniestrada está para desguace, que el vídeo circula por todos lados y que los propietarios del resto de AMG ONE están seguramente revisando sus coches hasta el último tornillo, y con razón.
El precio de jugar a ser ingeniero aeroespacial
Este caso vuelve a poner sobre la mesa una pregunta incómoda: ¿vale la pena llevar tan lejos la tecnología en coches de calle? El Mercedes-AMG ONE no es un coche pensado para el usuario medio. Ni por precio, ni por uso, ni por mantenimiento. Es una pieza de ingeniería extrema, más cerca de un experimento de marketing que de un producto cotidiano.
Sin embargo, su atractivo es indiscutible. Para muchos, representa lo más cercano a conducir un coche de Fórmula 1 sin tener que ser Verstappen. Pero ese sueño tiene un precio, y a veces es más alto que el propio coche. Literalmente.
Mercedes, sin duda, tomará cartas en el asunto, y lo hará por imagen, por respeto a sus clientes y, sobre todo, para evitar que esto se convierta en una mancha más grande. Porque cuando te gastas dos millones de euros en un coche, lo mínimo que esperas es fundir el asfalto, no el coche entero.
Jose Manuel Miana
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